Cynthia Cano Candel, 19 años, joven bailaora pero muy
curtida, nació en Murcia (Las Torres de Cotillas) y empezó a bailar a
los 2 años, de la mano de su madre, “porque me veía siempre bailar en la
silleta y por lo visto a ella le gustaba mucho el baile, no en
concreto el flamenco, pero si el baile en general, de hecho toda mi
familia es muy bailarina (risas).”
¿Lo tuyo con el baile te viene de herencia?
De herencia
familiar no, porque no tengo ningún antecedente en mi familia de
bailaores/as, ni músicos. De hecho es un estilo que hasta el momento en
que yo me involucré en el, era poco apreciado por gran parte de mi
familia, por no decir casi despreciado, pero tuve la suerte que en la
academia en la que entré con 2 años, la directora era una amante del
flamenco, estudiosa y bailaora en otros tiempos y como prácticamente soy
su hija adoptiva (risas), porque pasé y sigo pasando la mayor parte del
día con ella, eso me ha hecho entender el flamenco de raíz , conocer
los distintos palos y estilos desde muy pequeña, vamos que es mucho mas
que ir a una academia que se enseñan pasos y técnica, pero aquí tuve la
gran suerte de conocer el flamenco en todo sus aspectos.
¿Cuándo te diste cuenta de que lo tuyo era el flamenco, y quien se dió cuenta?
Precisamente
fue en esta academia con María Dolores Ros, que a los 7 años descubrí
que me gustaban todas las músicas, pero lo que mas me llegaba dentro de
mi era el flamenco, ahora entiendo con los años, que no habré nacido en
una familia flamenca ni en Andalucía, pero mamé el flamenco desde los 2
años, que viene a ser lo mismo. A los 8 años me presenté al “veo, veo” y
lo gané, y en La Unión, Milagros Mengíbar (bailaora de la escuela
sevillana, sucesora de Matilde Coral) me vió y directamente me becó para
irme a Sevilla a la Fundación Cristina Heeren para tomar cursillos con
distintos maestros, desde ahí no me he separado del flamenco y creo que
no me separaré nunca.
¿Sigues dando clases, con quién?
Llevo
muchos años tomando cursillos con los mas grandes, Amor de Dios es como
mi segunda casa en Madrid, y cada vez que el tiempo me lo permite, tomo
cursillos con todos los que puedo, porque siempre ayuda cualquier
conocimiento que puedas adquirir y no solo en flamenco, suelo tomar
clásico español, escuela bolera, casi siempre con mi buena amiga y
extraordinaria bailarina Gala Vivancos, pero siempre hay que estar
abierta a nuevas tendencias y recibir conocimientos de todos e incluso
de aquellos que no te gustan, no porque no sean buenos en lo que hacen,
sino porque no sea mi estilo o mi estética. De todas formas yo sigo
trabajando con María Dolores Ros, ya no como profesora, sino como
directora artística de mis espectáculos y de todos mis trabajos. Y
juntas creamos, investigamos nuevos lenguajes y no dejo de estar con
ella , porque creo que es la que mejor entiende mi arte desde que me
conoció, en resumen, hablamos el mismo lenguaje y eso nos facilita a la
hora de crear. Incluso ahora soy su socia en el Centro de Arte Flamenco
que hemos creado con sede en Sangonera La Verde (Murcia). Es un nuevo
formato de enseñanza y práctica del flamenco que esperamos que lo avale
el público.
¿Cuándo fue tu primera actuación pública y dónde fue?
Fue
en el Festival Flamenco de lo Ferro hace ya 10 años, donde he estado en
varias ocasiones. He actuado con la compañía de Eduardo Serrano el
Guito en dos ocasiones junto a el y artistas como Rafael Peral, Miguel
Téllez y Jesús Carmona. A partir de ahí no he parado de actuar en
España y fuera de ella, porque aunque he tenido que compaginar bien mis
estudios académicos que he finalizado y me encuentro en la actualidad
cursando el primer año de periodismo, junto con mis estudios en el
conservatorio profesional de danza de Murcia, que terminé hace dos años
con matrícula de honor en flamenco.
Lo que mas me ha llenado han
sido las tablas, para las que he sacado tiempo con mucho sacrificio,
siempre. Así, he bailado en el festival mundial del flamenco en Sevilla
en 2004, en la peña mas antigua de España ‘La Platería’ en Granada y en
la misma ciudad en el tablao los Tarantos, en el teatro Isabel la
Católica y el año pasado en el ciclo flamenco del Corral del Carbón; en
el 2006 con motivo del Congreso de los Países No Alineados recibí una
invitación para bailar en el gran teatro de la Habana en Cuba, en el
Instituto Cervantes de Tánger (Marruecos), en México D. F., en Chile,
Colombia, dos años consecutivos, Francia, además de intervenciones en
distintos festivales de la Región de Murcia.
También me he
presentado a concursos como el XVII concurso de danza Ciudad de
Castellón, donde un jurado de primer orden, entre ellos mi querido amigo
Javier La Torre, y Antonio Najarro (director del BNE) tuvieron a bien
otorgarme el primer lugar en la especialidad de flamenco, además quedé
finalista junto al ganador del desplante en el Festival del Cante de las
Minas de La Unión del año pasado. He actuado en los más destacados
tablaos flamencos de Madrid como Casa Patas, Corral de la Morería y
Villa Rosa.
¿Qué proyectos tienes para este año?
El
próximo 17 de febrero asisto a una cumbre flamenca en el Teatro Circo,
actuación con mi espectáculo “Desde mis adentros”; en marzo, gira por
Panamá, luego me presentaré al Certamen Coreográfico de Madrid, algunas
actuaciones en tablaos en Madrid que están por determinar y mi trabajo
docente en el Centro de Arte Flamenco.
¿Qué significa para ti el flamenco?
El
flamenco, como cualquier expresión artística, tiene como principal
motivo el de la transmisión que, en mi caso, llena los espacios
emocional, físico e intelectual que me permiten entregar lo mejor de mi,
con el lenguaje, que a mi juicio, es el mas expresivo y que permite
establecer una comunión entre el trimonio que se origina
bailaor-guitarra-cante con el público. Es una forma de comunicación que
hiere en el alma porque transmite todo tipo de emociones. Solo aquello
que nace de la tierra y que se transforma por no se qué extraña
circunstancia al transmitirlo, se puede llamar arte y eso es el flamenco
para mi, un arte sublime.
¿A qué bailaora admiras o te gustaría parecerte?
Igual
que el flamenco ha evolucionado desde sus inicios hasta hoy, a mi me ha
ocurrido lo mismo. De muy pequeña admiraba al Guito, Merche Esmeralda y
Eva Yerbabuena, pero con el paso de los años siento un profundo respeto
por todos los bailaores y bailaoras que son capaces de transmitir algo,
no tengo un mito a quien quiera parecerme, pero si me encantaría ser la
suma de algunos de los de antes y muchos de hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.