Algunos creían que Rocío era solo una cara bonita, pero se equivocaban, donde quiera que actúa deja su impronta en el respetable que cae rendido a sus pies, los preciosos melismas de su voz encandilan a la audiencia, y ella mejora día a día como la fruta que va madurando, y como ella dice, aprendiendo y trabajando día a día.
Los que tuvimos el privilegio de oirla ayer en el Concurso Niño Ricardo del Muban, que por cierto estaba a rebosar, nos dolían las manos de aplaudirla, mientras ella desgranaba sus cantes que fueron muchos, Bulerías, Tangos, Cantiñas, Cantes de Levante y muchos otros para terminar por Fiestas acompañada por su "Limón Cuarteto", al toque de Guillermo Guillén, Coros y Palmas Marcos Jiménez y las Palmas de Jesús Aguirre.
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